jueves, 26 de febrero de 2009

VICTORIAS Y DERROTAS

VICTORIAS Y DERROTAS.
http://driftwood.librodenotas.com/cuaderno/549/v

I Parte: Introducción y lo que sigue:
He copiado y pegado pacientemente estos microrrelatos de mi amigo Otis, que, aunque sudados día por día, aparecen ahora felizmente juntos y no revueltos.
Gracias, Otis, por tu generosidad.
Mariano Ibeas, por la transcripción.

Victorias y derrotas: Una micronovela en 21 microcapítulos
Victorias y derrotas es un experimento iniciado hace más de un año, interrumpido innumerables veces, descartado por imposible, retomado por cabezonería y, finalmente, terminado, a pesar de que al autor no le guste un pelo el resultado obtenido.
No obstante, se lo coloco acá para compensar todas estas semanas sin haber publicado nada. Hablando con propiedad, no sé si es para compensarles o para castigarles, que todo puede ser. En cualquier caso, sale a capítulo por día, fines de semana incluidos. No se me atraganten.
Capítulo 1: Inhabitable

Sebastián tropezó por enésima vez con el flequillo descosido de la alfombra del salón, desparramando sobre ella el cubo de las goteras. Harto, la enrolló de cualquier manera y la tiró por la ventana de su tercer piso, justo dentro del contenedor que nadie cerraba. La observó caer a plomo, ruidosamente, sobre el metal abombado. Vio que se abría como una hamaca y, sin tomar aliento, se arrojó sobre ella. Victorias y Derrotas.

Capítulo 2: Distribuyéndose
A Adela le faltaban manos, brazos, piernas, cabeza y memoria para todo lo que tenía que hacer, así que salió a comprarse un abrigo para que no se le helaran las ideas.
Capítulo 3: Una furtiva lágrima
Guillem no era capaz de entender cómo, tras haberla visto lo menos mil veces, seguía llorando con el final de “Matrix”.


Capítulo 4: The Longest Week
“Debe usted quedarse un par de horas más, Siobhan”. Lo que más había temido la pequeña irlandesa se cumplió. Recuperó el estúpido cubo de Rubik de la papelera y comenzó a retorcerlo. Iba a ser una larga noche.
Capítulo 5: Caballero sin espada
Cleto, Cleto, Cleto, se dijo Cleto, cómo es posible que con ese nombre hayas podido llegar a presidente de tu propia empresa. Giraba y giraba en su silla y paróse con el pie, bruscamente, frente a la cristalera del Este.
Capítulo 6: Birmania
“Birmania”… la veía, la oía, podía casi olerla, la tierra entre sus dedos, el viento haciéndola llorar, un silbido desgarrado de una bala. Eva despertó empapada en sudor preguntándose cuándo habría estado en Birmania. El teléfono seguía firmemente aferrado a su mano derecha, se oía la voz grabada de la chica de las horas.
Capítulo 7: Como un espejo
Vijayanda Longanathan no llevaba una maleta muy pesada; a pesar de la distancia apenas iba a permanecer cuatro días, y su propósito era claro y directo; agarró su trolley y se dirigió a la salida por el brillante pasillo. Nunca había visto el techo de un aeropuerto girar a su alrededor tan deprisa, pero no tuvo demasiado tiempo para darse cuenta antes de que su trasero, hombros y cráneo golpeasen el mármol.
Interrumpimos este serial...
… pero sólo momentáneamente para felicitar, en directo y vía satélite a todos los países que nos siguen gracias al milagro de la tecnología:

¡¡¡ FELIZ DÍA DE LA MARMOTA !!!
El serial continuará esta tarde, después de que Phil haya visto su sombra (o no).
(continuará)

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