domingo, 8 de junio de 2008

CRÓNICAS DE LA RANA


Nueva visita al recinto de la Expo; quiero verla en el crepúsculo de la tarde.

Paseo en soledad por el recinto; no hay casi nadie, el viento y el frío han vuelto lel día desapacible y han desplazado las visitas; no hay espectáculos y han cerrado ya los pocos pabellones que estaban visitables; se inicia un ensayo de la ceremonia inaugural con tambores y bombos del Bajo Aragón; los cofrades lucen los hábitos de las cofradías en toda regla, __ a Buñuel le hubiese encantado la humorada__.

La música suena potente y magnífica.

Hace fresco, más aún en la terraza donde el cierzo sopla fuerte, pero es un placer pasear por estas alturas, dominar las plazas, contemplar el río que circula aún crecido bajo la Pasarela del Voluntariado. Aprovecho para ver y pasear por primera vez sobre las terrazas y los balcones que se extienden sobre los pabellones y los edificios __ "los cacahuetes" de Ebro 1 a Ebro 5 __, que albergan los stands agrupados en los cinco medios naturales, hábitats o continentes distintos.

Quizás sea la última ocasión en que pueda hacerlo en estas condiciones: un espacio despejado, diáfano, sin agobios de público, con el perfil del horizonte y del cielo al atardecer... casi toda la terraza en solitario.

La luna se anuncia como una entalladura, una cicatriz en el azul profundo del cielo y comienzan a encenderse las luces de la ciudad...

La vista de Zaragoza es magnífica... se diría que estamos en otra ciudad.

Hoy el puente del Milenio será una fiesta con fuegos artificiales... demasiado tarde y hace frío.

Decido verlos, si puedo, desde casa, pero me cuesta un poco dejar la contemplación del río y la ciudad, la Torre del Agua iluminada al fondo, "el hombre de letras", los pabellones cerrados que la noche uniforma en sombras... mientras los búfalos y los peces corren raudos en la fachada de los pabellones africanos.

Efectivamente, Zaragoza será una fiesta.

"Crónica de la rana 07-06-08"

No hay comentarios: