¡AGUA! de José Antonio Labordeta.
En el diario "Público"
Desde el mismo día en que las fuerzas de Montilla auparon al gobierno al señor Zapatero, éste se puso a sus ordenes y aquel volvió a sacar la imperiosa idea del agua de boca, igual que en el famoso trasvase Pirineo Oriental, que querían llevar a cabo en los días tristes de un señor que mandaba en Madrid. Para empezar, Zapatero se cargó a la señora Narbona porque esta le recordó que se había comprometido con un no rotundo a los trasvases. Y no sólo acabó con la persona, sino también con la institución: adiós al Ministerio de Medio Ambiente cuando la gente empezaba a tener conciencia del cambio climático, en medio de este rifirrafe político, la Virgen del Pilar, que nunca nos abandona a los aragoneses, consiguió abrir las tajaderas del cielo y en Cataluña ha caído tal cantidad de agua que aquel triunfo del señor Baltasar -¡vaya mierda de ecologista!- y todos empiezan a pensar que de aquel trasvase, porque es trasvase, que quería aparentar un triunfo de la Generalitat sobre el triunfalismo jacobino, es mejor no hablar y dejarlo para más adelante. Mientras tanto aquí, en mi tierra, el caballero de la triste figura más conocido como Marcelino Iglesias, recibía una de esas hostias que hace temblar a cualquiera y te despierta para comprender que tú no pintas nada y que de aquel Estatuto que tanto protegían, sólo quedan las cenizas de una estupidez defendida por PP, IU, PSOE y PAR. Todos disimulando. Como si la guerra no fuese con ellos.
José Antonio Labordeta
(Diario Público, 28 de Mayo de 2008)
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